Catarata
INTRODUCCIÓN
Si luego de leerlo tiene usted alguna duda, en la última página puede anotarla para aclararla luego en el consultorio. Estamos seguros de que esto contribuirá a que su esfuerzo y el nuestro se canalicen para la más rápida y mejor restauración de su visión.
¿Cómo está formado el ojo?

Recordemos brevemente la anatomía del ojo, que tiene cierto parecido a los componentes de una cámara fotográfica.
COMPONENTE 1
La esclera es la parte blanca del ojo. Sirve como protección. La esclera está cubierta por una membrana transparente, la conjuntiva. Este componente equivale a la carcasa de la cámara fotográfica.
COMPONENTE 2
La cornea es un órgano con forma de cúpula transparente a través del cual ingresan los rayos luminosos al ojo. Equivale al objetivo de la cámara.
COMPONENTE 3
El iris determina el color de los ojos, ya que puede ser celeste, castaño, etc. Presenta en el centro una abertura oscura denominada pupila, la que cambia su tamaño para regular el ingreso de luz en el ojo. En ambientes oscuros, la pupila aumenta su diámetro para que entre más luz al ojo. El iris equivale al diafragma de la cámara.
COMPONENTE 4
El cristalino, denominado así porque es transparente como el cristal, es una lente del tamaño aproximado de una lenteja, situado detrás del iris y delante del humor vítreo. Se sostiene a la pared del ojo a través de un conjunto de hebras microscópicas Ilamado zónula. Equivale al zoom de la cámara fotográfica. Los componentes 2, 3 y 4, (parte anterior del ojo y de la cámara fotográfica) son los encargados de formar imágenes bien definidas.
COMPONENTE 5
La retina recibe las imágenes ingresadas al ojo y las transforma en estímulos nerviosos. Este componente equivale a la película del rollo o al chip de una cámara digital. El sector central de la retina es el que tiene la mejor capacidad visual y se llama mácula. La coroides es una capa de vasos que nutre a la retina. Se ubica entre la retina y la esclera.
¿Cómo se produce la visión?
¿Qué es la catarata?

La catarata es la opacificación del cristalino. En las figuras 2 a y b se puede observar la diferencia de transparencia entre el cristalino normal y la catarata.
La pérdida de la transparencia del cristalino generalmente se debe al envejecimiento natural del ojo. A veces se puede producir a consecuencia de traumatismos, enfermedades generales, como la diabetes, radiaciones o ciertos medicamentos, como los corticoides. En algunos niños el cristalino puede estar turbio desde el nacimiento.
Como dijimos anteriormente, el cristalino transparente enfoca los rayos luminosos en la retina como lo hace la lente de la cámara fotográfica.
Si la lente de la cámara de fotos está sucia o empañada, la fotografía saldrá borrosa o nublada. Del mismo modo, cuando el cristalino está opaco por la catarata, los rayos de luz no Ilegan perfectamente definidos a la retina, se dispersan: por lo tanto, las imágenes enviadas al cerebro se verán borrosas.
Generalmente cuanto más turbio está el cristalino, mayor disminución de visión provoca.
¿Cuáles son sus síntomas?
La catarata puede generar síntomas en cualquier etapa de su desarrollo. Generalmente, a medida que la catarata se desarrolla, la visión se torna turbia y las cosas que vemos pierden sus contornos. Esto puede apreciarse por primera vez como una dificultad para ver al manejar un auto, especialmente de noche, o como una dificultad para leer letras pequeñas o para coser.
Al mirar un objeto expuesto a una luz brillante puede aparecer un halo que lo rodea. A algunos pacientes les parece que "una tela" les "tapa" la visión. Cuando la catarata está muy madura, denominada catarata completa, el paciente solamente puede ver la luz.
¿Cuál es su tratamiento?
El único tratamiento efectivo de la catarata es la cirugía.
No se pudo demostrar en estudios serios que los tratamientos con gotas, dietas o vitaminas fueran efectivos.
¿Cuándo se debe operar la catarata? ¿Es necesario que deje de ver totalmente para operarme?
Una catarata debe operarse cuando cause una disminución de visión que afecte el normal desenvolvimiento de la vida del pacíente. Una vez diagnosticada la catarata, deberemos valorar cuánto le molesta en su vida cotidiana.
La catarata se debe operar cuando interfiere en sus actividades diarias. De esta forma, la situación es variable para cada paciente. Hoy no hay que esperar a que el paciente deje de ver totalmente o que la catarata sea madura para operarla. El concepto de madurez es antiguo y en la actualidad no se tiene en cuenta para decidir el momento de la operación.
Por el contrario, como en medicina lo más importante es la prevención, cuando la catarata es más reciente y menos madura, la operación con las técnicas quirúrgicas actuales es más sencilla y presenta menos riesgos.
A veces la cirugía de catarata no solamente es necesaria para recuperar la visión, sino también para solucionar otro problema que la catarata produjo, como ser glaucoma (presión alta dentro del ojo) o uveítis (inflamación intraocular).
En pacientes mayores de 50 años con algún vicio de refracción importante (miopía, astigmatismo, hipermetropía, presbicia) que desean la cirugía para disminuir la dependencia a los anteojos y/o lentes de contacto, si en el examen presentan una catarata incipiente, es conveniente operarla para tratar el vicio de refracción implantando la lente intraocular (como veremos más adelante) que lo compense. En estos casos la operación no solo tiene una finalidad óptica sino también refractiva. En algunos pacientes con buena visión con anteojos que desean la menor dependencia posible a los mismos y que no son corregibles con cirugía láser, el recambio refractivo del cristalino (aún transparente y sin comienzos de catarata) es una opción, en algunos casos muy útil, y en otros es la única posible.
¿Cómo se puede operar la catarata?
El cristalino de un adulto habitualmente mide alrededor de 9 mm de diámetro. La técnica habitual es la facoemulsificación, mediante la cual se disuelve el cristalino adentro del ojo.
Hasta 1980, la operación de la catarata consistía en la extracción del cristalino. Existían dos métodos, que hoy en día se realizan muy raramente: la técnica intracapsular (la más antigua de todas) y la extracapsular. En la intracapsular, la catarata era extraída totalmente con la cápsula que lo envuelve. La técnica extracapsular consistía en extraer la catarata dejando parte de la cápsula que la envuelve. Se realizaba una incisión de 10 mm de largo para extraer la catarata (fig. 5).
Como la herida era muy grande, debía ser cerrada con puntos (fig. 6). Estos puntos "tironeaban" de la córnea, deformándola y causando astigmatismo (el paciente veía "con fantasmas", las imágenes se "estiraban"). Como los puntos se podían cortar recién a la sexta semana, la recuperación visual total del paciente era un poco lenta.
La técnica más moderna, la facoemulsificación, es la que realizamos en la casi totalidad de nuestros pacientes. A través de una herida de tan solo 2 mm (denominada “microinsición”), se introduce una aguja de titanio que mediante ultrasonido disuelve la catarata dentro del ojo. Luego se coloca un lente intraocular en la bolsa capsular sin tener que agrandar la herida (figura l), que como es muy pequeña, generalmente es autosellable. Esto hace que no sea necesario colocar puntos para cerrarla, por lo que no se induce astigmatismo y la recuperación visual es muy rápida.
La operación es de corta duración y genera pocas molestias. La mayoría de los pacientes pueden operarse con anestesia en gotas e irse a su casa sin oclusión (es decir, sin parche en el ojo). De esta forma, el retorno a las actividades habituales del paciente es muy rápido.
La otra gran ventaja de la facoemulsificación es que, al ser la incisión muy pequeña, se reducen significativamente las complicaciones de la cirugía de catarata.
La facoemulsificación rara vez no puede realizarse en cataratas muy avanzadas porque se vuelven muy duras, especialmente si el paciente es muy mayor y tiene menos células endoteliales (una capa celular de la córnea que la mantiene transparente), lo que hace que la córnea sea más sensible al ultrasonido. Es por ello que en la actualidad recomendamos no esperar a que la catarata "madure" demasiado.
Para realizar la facoemulsificación se debe contar con un aparato especial e insumos de alto costo y un debido entrenamiento, situaciones se dan en nuestro Instituto.
La facoemulsificación es la técnica más moderna para realizar el recambio refractivo del cristalino o la catarata, y es la utilizada por la mayoría de los cirujanos en el mundo desarrollado.
¿Cómo veré sin el cristalino? ¿Cómo podré corregir mi visión? ¿Qué es la lente intraocular?

Al extirpar el cristalino se saca una lente natural que cumplía una función en el ojo y entonces habrá que reemplazarla.
Con la técnica intracapsular, la visión de los pacientes era borrosa. Para que la visión fuera nítida, los pacientes debían usar anteojos muy gruesos (con mucho aumento, alrededor de +10) o lentes de contacto que reemplazaran el poder de enfoque del cristalino.
Los anteojos tienen la desventaja que el paciente no ve bien a los lados y le afecta el campo visual. Pueden ocasionar distorsiones de las imágenes, que en ciertas ocasiones “marean” al paciente. Cuando el paciente está operado de un sólo ojo y en el otro goza de buena visión, la gran diferencia de aumento entre ambos ojos no permitía usar el anteojo.
Los lentes de contacto se colocan sobre la córnea. A veces los pacientes no se adaptan a su uso, fundamentalmente por dificultades para manipularlos o por intolerancia al lente. También pueden ocasionar inconvenientes sobre la córnea.
La lente intraocular es un cristalino artificial que reemplaza el aumento del cristalino natural y que, como su nombre lo indica, se coloca dentro del ojo, en la posición que habitualmente ocupa el cristalino, dentro de una “bolsita” denominada cápsula (figura 8). Esto permite que los rayos se enfoquen debidamente en la retina como antes de la aparición de la catarata.
La lente intraocular es actualmente el mejor método para reemplazar el cristalino. Los implantes constan de una óptica central con dos hápticas (“patitas” de la lente) que permiten el adecuado centrado de la óptica en el saco capsular (figura 9)
Figura 9. Se muestran lentes intraoculares (óptica y sus hápticas), en relación al tamaño de una moneda.
En Estados Unidos se colocan más de 1.200.000 lentes intraoculares por año.
La confiabilidad del método es grande, con los materiales y técnicas actuales se puede asegurar que la tolerancia inmunológica al lente intraocular introducido es elevada, por lo que casi no existe posibilidad de lo que comúnmente se conoce como rechazo. El material de las lentes intraoculares es inerte, y sus características permiten que el implante quede de por vida en los ojos del paciente sin necesidad de modificaciones o “mantenimiento”. Hay pacientes con lentes intraoculares colocadas hace más de 40 años sin ningún tipo de alteración.
¿Cómo pueden ser las lentes intraoculares?
Las lentes intraoculares se pueden clasificar según el tipo de material, en rígidos o flexibles.
Los lentes intraoculares rígidos están hechos en polimetilmetacrilato. En raras ocasiones son utilizados en la actualidad, ya que, como estos lentes miden entre 5 y 7 milímetros de diámetro, cuando se utilizan en la facoemulsificación, es necesario agrandar la incisión original de 2 mm y algunas veces se deben colocar puntos para cerrar el ojo.
Con el avance tecnológico, se desarrollaron los lentes intraoculares flexibles (también llamados plegables). En las figuras 10 a-e se muestra cómo se implantan estas lentes. Estos lentes casi siempre se introducen enrrollados con inyectores por una incisión de tan sólo 2 mm. Una vez dentro del ojo, se desenrollan, hasta alcanzar un diámetro de 6 mm.
Como la incisión no se amplía, la herida es autosellante y no son necesarios los puntos. Si al final de la operación se sospecha que la herida no es autosellante, se le coloca un punto para asegurar el cierre hermético de la operación. Esto no es contraproducente en cuanto a los resultados visuales.
Las lentes intraoculares también se clasifican según la capacidad de enfocar a diferentes distancias en monofocales (enfocan en una sola distancia) o lentes para corregir presbicia (los que a su vez pueden ser multifocales o acomodativos).
Tanto los lentes monofocales como multifocales presentan versiones tóricas (que corrigen astigmatismo). Estas versiones son muy recomendables en pacientes con astigmatismo corneal. Como sucede con las lentes tóricas en anteojos y lentes de contacto, estas lentes intraoculares deben quedar implantadas con una orientación determinada por el astigmatismo corneal para mantener su efecto. En caso de no ser así, puede ser necesaria una reintervención para orientarlas adecuadamente.
Después de operado es muy probable que se maneje sin anteojos para las tareas habituales, pero podría necesitar un anteojo de pequeño aumento para alcanzar su máxima visión, de uso ocasional.
El cristalino natural tiene la posibilidad de cambiar su poder para enfocar objetos a distintas distancias. Hacia los 40 años, la elasticidad del cristalino comienza a disminuir y paulatinamente se pierde la capacidad de enfoque, siendo necesario el uso de anteojos para leer.
Como el poder de la lente intraocular monofocal no es variable, en general se elige el poder necesario para que el paciente vea bien de lejos–aunque a veces sea útil un anteojo para ver detalles a la distancia-.. Por lo tanto, para las actividades de cerca (como leer o coser), es muy probable que necesite anteojos de lectura. En caso de que haya una astigmatismo corneal, para lograr el objetivo de ver bien de lejos la lente intraocular debe ser tórica, pues con lentes monofocales convencionales el paciente necesitará anteojos de lejos y de cerca.
La Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (Food and Drugs Administration, FDA) aprobó la utilización de lentes intraoculares multifocales (figura 11) en la facoemulsificación para que el paciente logre la visualización de imágenes en diferentes distancias, logrando un mayor nivel de independencia del uso de los anteojos. Este alto nivel de independencia a los anteojos, sumado a la alta seguridad que presenta la facoemulsificación, permite que el implante de la lente intraocular multifocal sea una alternativa más para la corrección quirúrgica de la presbicia.
Este procedimiento, como toda cirugía, presenta algunos riesgos, la mayoría de los cuales se enumeran más abajo. A pesar del mejor cuidado, pueden ocurrir complicaciones y efectos secundarios que podrían empeorar su mejor visión.
Alternativas al implante de lente multifocal
Al implantarse una lente monofocal la visión será n ítida en una sola distancia, generalmente la lejana (para caminar, manejar, ver TV), debiendo utilizar anteojos para las actividades cercanas (lectura, computadora).
Una alternativa es la monovisión, que consiste en combinar una lente monofocal enfocada para lejos en un ojo dominante y para cerca en el otro ojo. Con esta estrategia no se logra una corrección completa de la presbicia y se pierde visión lejana sin anteojos en el ojo que ve de cerca, lo cual puede ser molesto al manejar. Además no siempre es tolerada por los pacientes debido a que provoca una ruptura de la binocularidad (lo normal es que los dos ojos enfoquen a la misma distancia).
Las lentes multifocales presentan una modificación en su óptica para enfocar en la retina las imágenes de cerca y de lejos. Las lentes acomodativas son lentes monofocales que a través de una modificación en el diseño se adelantan dentro del saco capsular cuando el paciente desea leer. Al adelantarse, la lente enfoca a una distancia más cercana que en la posición original. La ventaja de las lentes acomodativas es que no presentan los riesgos de halos y reducción de visión de contraste que provocan las lentes multifocales. La desventaja es que muy frecuentemente la visión de cerca sin anteojos no es tan buena.
De todas maneras, no se puede garantizar que con las lentes multifocales o las acomodativas se pueda obtener una visión sin anteojos perfecta en todas las distancias y en todas las condiciones de iluminación del ambiente.
Las lentes intraoculares multifocales presentan los siguientes riesgos, independientes de los que pueden aparecer por la facoemulsificación misma, los cuales veremos más adelante.
- Pueden aparecer reflejos o halos alrededor de las luces, fundamentalmente durante la noche. Dichos halos pueden ser más manifiestos a los pocos días de la operación e ir reduciéndose paulatinamente durante semanas o meses, aunque en algunos pacientes pueden persistir indefinidamente. Los halos pueden entorpecer sensiblemente la capacidad de manejo de automóvil, especialmente durante la noche. Ocasionalmente esto puede ser motivo para extraer la lente intraocular multifocal en una segunda cirugía y reemplazarla por una monofocal, con los riesgos asociados a una segunda intervención. Otro inconveniente de las lentes multifocales es que pueden reducir la visión de contraste. En pacientes con actividades que demanden alta precisión visual, especialmente en condiciones de baja luminosidad (por ejemplo, choferes de larga distancia), la visión resultante puede no ser satisfactoria.
- Con la lente intraocular multifocal el punto de mayor nitidez para leer sin anteojos de cerca puede estar al comienzo a una distancia aproximada a los 20-25 cm de la cara, por lo que la visión intermedia sin anteojos (por ejemplo, monitor de PC) puede no ser muy buena. En dicho caso deberá acercarse más de lo habitual para ver correctamente los monitores. Paulatinamente la visión intermedia irá mejorando en el transcurso de algunos meses por un fenómeno de aprendizaje cerebral.
- Para que las lentes intraoculares multifocales logren su máximo efecto deben ser implantadas bilateralmente, por lo que la visión sin anteojos puede no ser muy buena durante el tiempo que transcurra entre la operación del primer y el segundo ojo. En caso de que en el ojo contralateral ya haya sido operado y tenga implantada una lente monofocal, es posible que no obtenga el beneficio completo que se observa con el implante de lente multifocal en los dos ojos.
- El astigmatismo generalmente es una deformación de la córnea, no del cristalino. Las lentes intraoculares multifocales logran su máximo efecto cuando la córnea no presenta un astigmatismo significativo, el cual debe ser menor a 1 dioptría luego de la operación.
Si hay probabilidades de que el astigmatismo corneal postoperatorio sea mayor a 1 dioptría, la lente intraocular a implantar debe ser multifocal y tórica. En caso de que quedase astigmatismo residual, puede ser necesaria una segunda intervención con láser excimer. Para esta segunda cirugía se debe tener un asesoramiento y una consulta con el cirujano para discutir los riesgos y beneficios. - Para que el efecto de independencia en las diversas distancias se logre, es necesario que la lente intraocular de presbicia tenga el poder adecuado para obtener una refracción neutra, sin miopía ni hipermetropía. A pesar de que los estudios para medir el poder que debe tener la LIO hayan sido correctamente realizados, puede quedar un vicio de refracción no atribuible a la cirugía, el cual puede ser corregido con una segunda cirugía. Ésta puede consistir en la aplicación de laser excimer sobre la córnea (generalmente hay que esperar al tercer mes tras la facoemulsificación) o en el cambio del LIO o el agregado de otro LIO por delante del primero.
Para esta segunda cirugía se debe tener un asesoramiento y una consulta con el cirujano para discutir los riesgos y beneficios. - Las lentes de presbicia requieren que el ojo en el que se implanten no tenga anomalías salvo en el cristalino. Incluso la sequedad ocular puede reducir la calidad de la visión que se obtiene con estas lentes. Puede ser necesario tratar las otras anomalías antes de realizar el implante de la lente multifocal. En algunos casos las alteraciones presentes pueden hacer que su cirujano no le recomiende el implante de lentes de presbicia.
- En el transcurso de la operación el cirujano puede determinar que el ojo no presenta el soporte suficiente para permitir una fijación definitiva de la lente intraocular correctora de presbicia en el saco capsular. Lo más conveniente en dicho caso podría ser el implante de una lente intraocular monofocal según lo determine el criterio del cirujano.
¿Cómo es la anestesia en la cirugía de catarata?
La anestesia puede ser con inyección o con gotas. Como dijimos anteriormente, en paciente con cataratas muy avanzadas, con disminución de la audición o nerviosos, es preferible realizar la cirugía con anestesia inyectable.
La inyección no ocasiona más molestias que una inyección en cualquier otra parte del cuerpo, porque se usan agujas más finas y pequeñas. En este caso Usted se retirará con el ojo ocluido.
Raramente la inyección anestésica, que se aplica detrás del ojo, puede ocasionar un hematoma, también retroocular, que obliga a suspender la operación hasta que el mismo se reabsorba.
Si bien son casi inexistentes, la inyección puede presentar complicaciones como la perforación ocular o visión doble por lesión de los músculos que mueven al ojo.
En pacientes tranquilos, con cataratas no muy avanzadas, la operación se realiza con anestesia en gotas que eliminan la sensación de dolor.
En general el paciente tiene sensación de tacto alrededor de su ojo, pero no sentirá dolor.
El efecto de la anestesia termina minutos después de la cirugía y usted se retirará del quirófano con el ojo descubierto, sin parche.
La cirugía de catarata prácticamente nunca se realiza con anestesia general, salvo en pacientes con alguna fobia, o en niños.
¿Es peligrosa la operación? ¿Qué complicaciones pueden presentarse?
La cirugía de catarata es una de las cirugías oculares que hoy en día se realizan con mayor frecuencia.
La operación, cuando la realiza un cirujano entrenado, tiene un margen de seguridad importante, permitiendo que la casi totalidad de los pacientes obtengan una visión muy buena.
Como en todos los actos humanos, hay un pequeño porcentaje de casos en los cuales pueden surgir complicaciones, la mayoría de las cuales se pueden contrarrestar. Los avances tecnológicos lograron que las complicaciones más severas –que incluso pueden llevar a la pérdida de la visión del ojo operado- sean casi inexistentes.
- La ruptura de la cápsula posterior es una complicación que se produce en aproximadamente 0,2% de los casos. Esta complicación es más frecuente en pacientes con pseudoexfoliación (enfermedad que debilita el sostén de la cápsula) o con pupilas que no dilatan bien, y en los pacientes con cataratas muy avanzadas o con alguna configuración especial, como, por ejemplo, las polares posteriores.Antes de la cirugía, usted sabrá si tiene predisposición a sufrir esta complicación. Del total de pacientes con esta complicación, en muy pocos casos la visión puede reducirse durante unos meses, debido a que en la mácula (que es la zona que usamos para leer), se produce una acumulación de líquido llamado edema. En otros casos, puede producirse un desprendimiento de retina. Afortunadamente, todas estas complicaciones son poco frecuentes.
- La infección es la complicación más grave, y puede resultar en la pérdida de visión del ojo operado. Ocurre en un paciente cada 2000 operaciones a pesar de que hayamos tomado todas las previsiones al respecto, utilizando antibióticos antes, durante y después de la operación. Puede ocurrir dentro de las primeras 24 horas después de la cirugía. Muchas veces la infección se puede controlar, pero hay casos en los que, debido a la virulencia del germen, no es posible dominarla.
- La hemorragia expulsiva es otra complicación que puede tener como consecuencia la pérdida de la visión en el ojo operado, pero afortunadamente es mucho más rara que la infección. Su aparición se redujo con la operación de microincisión.
- La cápsula posterior que se deja luego de la cirugía puede opacificarse. Esto ocurre con más frecuencia luego de los 2 años posteriores a la operación. Se produce en aproximadamente el 10% de los pacientes operados, y es más frecuente en pacientes jóvenes y en diabéticos. En pacientes con implante de lentes multifocales, que para su buen funcionamiento requieren que la cápsula esté completamente transparente, muchas veces la capsulotomía debe realizarse antes de los 2 años de la operación. La opacidad capsular hace que nuevamente los rayos de luz no lleguen adecuadamente a la retina, por lo que es necesario realizar una pequeña incisión (un “ventanita”) en la cápsula mediante un láser denominado yag laser. Este tratamiento restablece la visión obtenida luego de la cirugía de catarata en pocas horas (a veces, en minutos). Este tratamiento se realiza en no más de 5 minutos, si bien no tiene complicaciones, se cree que podría aumentar el riesgo de desprendimiento de retina.
- En muy pocos casos, se puede producir edema de córnea, es decir, acumulación de líquido en la córnea, que en general se cura con tratamiento médico. Esto en general se debe a que la córnea es congénitamente débil (tiene menos células endoteliales).
El riesgo de vida con la operación de cataratas es prácticamente nulo, sobre toda al utilizar anestesia local (tópica o con inyección) y control cardiológico durante toda la operación. No existen problemas para operar pacientes de mucha edad (hemos operado pacientes de más de 100 años de edad)
La tolerancia al acto quirúrgico es general es excelente.
En conclusión, la cirugía de catarata moderna con técnica de facoemulsificación, realizada con el equipamiento adecuando y por un cirujano bien entrenado, es una operación de alto índice de éxito y un bajo riesgo de complicaciones.
¿Cómo será mi operación?
Revisaciones preoperatorios.
La decisión de operar.
La revisación antes de la operación es fundamental para determinar el tipo de operación a efectuar y poder valorar la posibilidad de su mejoría visual.
Si es referido por otro médico, es muy importante traer consigo la carta en la cual figuran las antecedente más relevantes de su afección ocular.
¿Cuáles son los estudios preoperatorios?
- El examen cuidadoso del fondo de ojo nos permite detectar enfermedades retinales que puedan disminuir el éxito de la cirugía. Muchas veces se realiza la tomografía de la mácula, estudio denominado OCT (del inglés optical coherence tomography).
Como dijimos previamente, la retina es la encargada de captar las imágenes a ser vistas. Por lo tanto, en pacientes con la retina afectada previamente a la cirugía de catarata, no es posible predeterminar con exactitud la visión útil posterior a la cirugía. - En los pacientes con cataratas muy maduras el examen de fondo de ojo no puede realizarse adecuadamente. En estos casos se debe realizar una ecografía, que permitirá ver el estado del ojo por detrás de la catarata. El pronóstico visual en estos pacientes es incierto, porque a pesar de realizar la ecografía no siempre se pueden detectar anormalidades que luego afectarán la visión.
- El Test de Lotmar permite pronosticar el resultado visual postoperatorio, es decir, cuánto verá usted después de ser operado de catarata. En algunos casos (por ejemplo en pacientes con glaucoma) este test tiene posibilidad de error.
- El test de visión de contraste tiene mayor precisión que la medición de la agudeza visual (el que normalmente se realiza en los consultorios, con letras negras sobre fondo blanco), por lo que puede ser necesario en pacientes con cataratas incipientes con agudeza visual casi normal. La interferometría óptica, más conocida por “IOLMaster”, que es el nombre del equipo con la que se realiza, se utiliza para calcular el poder (es decir, el “aumento”) de la lente intraocular más apropiado para su ojo. El IOLMaster utiliza un láser para medir el largo de los ojos, y es el método más preciso, aunque puede tener un margen de error pequeño en su resultado.
Cuando la catarata es muy avanzada, se pone muy opaca. En esos casos el láser del IOLMaster con la puede penetrar con precisión, por lo que sus mediciones no son confiables. En estos casos, utilizamos otro método de medición, la ecometría, que mide el largo del ojo mediante ultrasonido. Por las características físicas del sonido con respecto a la luz, la ecometría, a pesar de haber sido correctamente realizada, a veces puede dar errores importantes.
Una consideración importante se da en aquellos pacientes que en años previos fueron operados de cirugía refractiva (miopía, hipermetropía o astigmatismo) en la córnea, ya sea con excimer laser o con un método más antiguo de incisiones llamado queratotomía radial. Por el modo en que estas intervenciones modifican la forma de la córnea, las fórmulas de cálculo de las lentes intraoculares tienen más chances de fallar, por lo que el paciente podría depender de anteojos para ver bien. Para corregir este problema, puede ser necesaria otra intervención a realizarse en un período de pocos días a seis meses luego de la facoemulsificación. - La topografía corneal es un método que permite evaluar el poder de la córnea con mucha precisión. Con este método se detectan asimetrías corneales, en cuyo caso no le aconsejaremos el implante de lente intraocular multifocal. A veces también realizamos aberrometrías, que es el estudio de las aberraciones de la córnea. Cuando éstas son mayores a lo normal, la visión luego de lentes multifocales puede ser incómoda.
- El recuento endotelial es un método que evalúa el estado de las células endoteliales, que se afectan con niveles elevados de ultrasonido. Habíamos dicho que las células endoteliales mantienen la córnea transparente, por lo este examen es muy útil en casos donde la catarata sea muy avanzada (requiriendo dosis de ultrasonido mayores que los habituales) o en los que del examen en el consultorio se detecte una alteración del endotelio. Estudiaremos su estado de salud general mediante análisis y electrocardiograma, para asegurarnos que Usted no corra riesgos durante la cirugía.
Realizados los estudios, podremos determinar el tipo de operación y la posibilidad que usted tiene de mejorar su visión.
¿Cómo se organizará mi operación?
Indicaciones antes de la operación
Días antes de su operación le daremos las indicaciones por escrito. Antes de la operación comenzará a colocarse medicación en gotas con efecto antibiótico y antiinflamatorio. También se realizará limpieza de los párpados, la frente y la mejilla del lado del ojo a operar. A veces también agregamos antibióticos por vía oral.
Si coinciden 2 o más gotas en el mismo horario, espere 5 minutos entre la primera postura y la segunda.
En el caso de las pacientes no es aconsejable el maquillaje en los ojos desde dos días antes de la cirugía. Desde la noche anterior a la operación es inconveniente el uso de cremas en la cara.
El día de la operación:
Deberá presentarse en el Instituto alrededor de 90 minutos antes de comenzar la operación. El día de su última visita le daremos por escrito la hora en que se debe presentar.
En general podrá tomar un desayuno liviano.
Traiga a la clínica un anteojo común, mejor si es oscuro, para proteger el ojo al salir del quirófano. Lávelo con agua y jabón para desinfectarlo.
No olvide llevar al sanatorio todos sus análisis preoperatorios y cualquier otro estudio que tuviese, así como las gotas y las hojas de indicaciones para la cirugía.
En el Instituto le quitarán su ropa y le podrán un camisolín y botas de cirugía en un cuarto anexo al quirófano.
Lo acostarán en una camilla y le instilarán las gotas de anestesia (a veces se colocan en los dos ojos)
Si hubiera que operarlo con anestesia inyectada, le daremos dos inyecciones alrededor del ojo, luego le pondremos también un peso sobre el ojo para disminuirle la presión ocular.
Luego esperaremos entre 20 y 30 minutos para comenzar la operación, la que durará entre 15 y 25 minutos. Durante la cirugía, usted no deberá mover la cabeza ni realizar movimientos bruscos; tampoco deberá, en lo posible, toser ni estornudar.
Para facilitar su respiración le colocaremos un tubo de oxígeno cerca de la nariz.
Si se opera con anestesia en gotas, deberá observar siempre la luz del microscopio. Quizás en algún momento le pidamos que mire hacia otro lado.
Usted no sentirá dolor durante la operación. Si Usted está incómodo o tiene alguna molestia nos tendrá que avisar para que adoptemos las medidas necesarias.
Una vez terminada la operación, podrá retirarse a su domicilio.
Sus familiares deben saber que desde que usted entró al quirófano hasta que sale del mismo, pueden pasar mucho más tiempo debido a los preparativos previos, y al control postoperatorio.
Luego de la operación
- Si usted se operó con anestesia en gotas
Usted saldrá del quirófano con el ojo sin parche. Al llegar a su casa en general no tendrá restricciones. En muy probable que pueda mirar televisión. Generalmente no es necesario el reposo en cama. No deberá apretarse o restregarse el ojo, agacharse ni realizar esfuerzos importantes.
Deberá colocarse colirios con antibiótico y antiinflamatorio. Puede ser necesario también que tome medicación antibiótica en comprimidos. Si sintiera dolor, puede tomar un analgésico. La indicaremos por escrito la frecuencia en que deberá colocarse estos medicamentos. El cumplimiento del tratamiento es fundamental para que la recuperación visual sea más rápida y para disminuir los riesgos de infección.
Las molestias más comunes son lagrimeo, enrojecimiento de los ojos, pegotamiento de los ojos, visión de puntos negros o luminosos, picazón.
Si sintiera demasiado dolor o tuviera disminución de la visión debe concurrir inmediatamente al servicio de emergencia o llamar a su médico.
- Si se operó con anestesia inyectada
Al finalizar la operación le administraremos calmantes y antibióticos, por lo que después de la operación no sentirá dolor, sólo pequeñas molestias. Durante el primer día del postoperatorio, usted podrá hacer una vida y dieta normales. Deberá extremar las precauciones para no golpearse en ojo.
Los controles después de la operación.
Lo controlaremos al día siguiente de la operación. En algunos casos es necesario controlar al paciente los primeros cuatro días subsiguientes a la operación. Si alguno de los días posteriores a la cirugía fuera feriado, salvo otra indicación, Usted deberá concurrir al servicio de emergencia donde el médico de guardia lo controlará con su historia clínica.
Los controles alejados son variables según el caso, pero generalmente se realizan a la primera semana y luego a la cuarta semana de la operación. Generalmente entre la cuarta y la sexta semana será dado de alta.
- Si se operó con anestesia inyectada
Luego del control postoperatorio al día siguiente de la operación, usted se retirará con el ojo destapado. Es conveniente que lleve un par de lentes para sol sin aumento para protegerse al salir a la calle, ya que la luz lo podrá deslumbrar o molestar. A partir de este momento los cuidados son similares a los de los pacientes operados con anestesia en gotas.
En algunos casos puede haber un poco de astigmatismo provocado por la/s sutura/s (especialmente con la técnica extra capsular) por lo que será necesario cortarla/s y retirarla/s.
Algunas recomendaciones importantes para el postoperatorio.
- Si usted usaba lentes antes de la operación, deberá colocarse un lente neutro en su anteojo del lado que ha sido operado y de esa manera podrá seguir usándolo en el postoperatorio.
- No apriete ni restriegue su ojo. No incline la cabeza ni se agache. Evite movimientos bruscos. No levante pesos. “No duerma del mismo lado del ojo operado”. Al dormir, deberá usar un protector ocular las primeras dos semanas luego de la operación.
- Si existiera secreción sobre el párpado, lave bien sus manos y suavemente limpie la secreción existente con una gasa estéril.
- Puede mirar televisión y hacer con cuidado la mayoría de las actividades, que no requieren esfuerzos extremos.
- Puede lavarse los dientes y cepillarse el cabello.
- Use lente oscuros para el sol
- Pequeñas molestias, tales como picazón, sensación de “arenillas” dentro del ojo, lagrimeo, enrojecimiento de los ojos, visión de puntos negros o luminosos, son normales durante el postoperatorio.
- Recuerde los “síntomas de alarma” de la infección:
a- dolor
b- disminución de la visión.
Aunque en los primeros días su visón probablemente no sea muy buena, usted podrá detectar cierta disminución. Su visión deberá ser igual o mejor cada día.
Si experimentase dolor o disminución de la visión, concurra inmediatamente a la guardia del Instituto.
¿Cuándo recuperaré mi visión?
Esta es una pregunta que todos los pacientes hacen. El tiempo de recuperación de la visión es variable.
En la mayoría de los casos operados con facoemulsificación, los pacientes ven bastante bien en los primeros días, pero la máxima capacidad de su visión se alcanza luego de una o dos semanas.
En los casos con cataratas avanzadas que deban operarse con puntos la recuperación es más lenta ya que si alguna sutura tracciona (tira) más que las otras se produce astigmatismo (deformación de la córnea), el cual se corrige cortándola. Esto es muy sencillo y no ocasiona ningún dolor; luego de la facoemulsificación la sutura puede retirarse dentro de la primera semana de la operación. En los casos de técnica extracapsular, las suturas comienzan a retirarse desde las seis semanas de la operación.
Generalmente su visión sin lentes será muy buena, aunque el grado de independencia a los anteojos es variable según la tecnología de lente intraocular implantada. Si se implantó lentes monofocales, es bastante probable que deba utilizar anteojos para leer. Si se implantó lentes multifocales o lentes acomodativos, seguramente no requerirá anteojos para casi ninguna actividad.
Si usted antes de la cirugía usaba anteojos, luego de operado el primer ojo puede sufrir algunas incomodidades debido a que el ojo operado ya no necesitará aumento, mientras que el ojo no operado sí. Muchos pacientes se arreglan satisfactoriamente sin anteojos hasta la fecha en que se opera el segundo ojo. En otros pacientes en los días que transcurren entre las operaciones utilizan provisoriamente el anteojo con un cristal neutro del lado operado.
En la mayor parte de los pacientes la visión sin anteojos es suficiente para sus necesidades. En los escasos casos en los que esto no sucede, se puede realizar una nueva cirugía con láser sobre la córnea, (menos invasiva y más rápida que la cirugía de catarata) para mejorar la visión sin anteojos.
Una vez que sea dado de alta, salvo alguna otra indicación, deberá volver a los seis meses de operado.
Si existieran otras dudas, háganosla llegar.
Su recuperación visual es lo que nos interesa, y pondremos todo de nuestra parte para alcanzarla.