Raoul Dufy: Entre el Arte y la Artritis – Una Lucha Contra la Enfermedad

Introducción

La historia de Raoul Dufy (1877-1953) va más allá de su innovador uso del color. Marcada por su batalla contra la artritis, su vida refleja cómo el arte y la medicina cruzaron caminos en su afán de seguir creando.

El relato de su lucha contra la enfermedad.

La artritis, que dejó huellas permanentes en el cuerpo y las manos de Raoul Dufy, fue una constante en su vida y carrera artística. Fue de los primeros en beneficiarse de tratamientos que aliviaron algunos de los síntomas de esta enfermedad autoinmune, permitiéndole continuar con su obra, mientras que otros artistas, como Miguel Ángel y Renoir, tuvieron que moderar su ritmo de trabajo debido a los intensos dolores y limitaciones de movimiento.

Hasta el año 1885, las opciones de tratamiento para la artritis eran mínimas: reposo, evitar climas fríos y húmedos, y terapias en balnearios. Pero en ese mismo año apareció el salicilato, un analgésico y antiinflamatorio que revolucionó el tratamiento de esta dolencia. Cuando la artritis comenzó a afectar gravemente a Dufy, ya había desarrollado un estilo vibrante que independizaba el color de las formas, una característica esencial del Fauvismo, donde los colores cobran vida y transcienden el contorno.

Para 1935, la severidad de su artritis lo llevó a explorar técnicas que requirieran menos esfuerzo, como la acuarela, y a aprender a pintar con ambas manos. Buscando climas cálidos, se estableció en Niza y, al estallar la guerra, se mudó a Céret, donde se unió a una comunidad de artistas e intelectuales.

Cerca de Céret, el Dr. Nicolau, quien seguía los métodos del pionero en el uso de sales de oro, Dr. Jacques Forestier, acogió a Dufy y lo trató con estos compuestos, obteniendo una notable mejoría en su estado. Sin embargo, años más tarde, Dufy sufrió una recaída, y el doctor decidió suspender el tratamiento debido a los riesgos de toxicidad. La desesperación del artista lo llevó a probar otros métodos, como la piretoterapia y el suero de Bogomoletz, aunque ninguno resultó efectivo en su caso.

En Caldas, Dufy conoció a médicos norteamericanos que investigaban el uso de extractos de glándulas suprarrenales para tratar la artritis. A través de ellos, inició un nuevo tratamiento en Boston con cortisol, que le permitió retomar su trabajo. Agradecido, Dufy creó la acuarela “La Cortisone”, que fue usada como publicidad por los laboratorios Roussel. Sin embargo, los efectos secundarios de los corticoides, sumados a otros tratamientos paliativos, comenzaron a afectar su salud a largo plazo.

Regresó a Francia fortalecido, aunque la artritis había dejado cicatrices tanto físicas como emocionales. Aunque pudo seguir pintando, su condición deteriorada finalmente lo llevó a un trágico desenlace en 1953, debido a complicaciones gastrointestinales causadas por los tratamientos.

Gertrude Stein resumió su obra diciendo “Dufy es el placer”, y aunque sus obras irradiaban vitalidad y alegría, en su vida personal la alegría y el dolor coexistieron, reflejando la compleja relación entre su arte y su padecimiento.

Abrir chat
1
Hola 👋
¿Cómo podemos ayudarte?